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#03 Agosto 2013 / Cuerpo y Memoria Narrativas de los cuerpos contemporáneos

El recolector de plumas

Comisario: Anna Fabra Raduà
Artista: Ana Matey

 
 
"My body equates patience with renewal".
 
Deborah Hay (Dancer), How I learned my body is a Buddhist.

“El Recolector de Plumas” es un trabajo procesual de Ana Matey (Madrid, 1978) formado por dibujos, videos, fotografías, instalaciones, y acciones individuales, colectivas y participativas -las performances que centran esta propuesta- que la artista genera de manera específica según el espacio en que se presenta y según el estadio en el que se encuentra el propio proceso creativo.

 

Ana Matey define “El Recolector de Plumas”, su álter ego, como un individuo "cansado del ritmo frenético del transitar y del hacer en la vida diaria, del continuo hacer, producir, conseguir, competir, poseer, ser más, tener más…"1; una figura que se revela contra la aceleración de la sociedad occidental desde la búsqueda íntima del vacío y el silencio.

Todo empezó hace cinco años en Normandía, lugar que Ana Matey escogió en un momento determinado de su vida para alejarse del ritmo acelerado de la ciudad. En aquél nuevo ambiente, alejada del mundanal ruido, empezó un ritual diario en forma de largos paseos en los que se dedicó a recolectar plumas. Aquél repetido acto de andar y recoger plumas, concebido como una forma consciente y plena de vivir/sentir el cuerpo y de observar/sentir lo que nos rodea, engendró una duda: ¿cuándo es más libre una pluma?, ¿al estar unida al resto de plumas, que como ella tienen su función formando parte de otro cuerpo? ¿o al desprenderse y quedar sola sin función clara a expensas de que viento, agua u otro cuerpo le den movimiento?2.

 
 

Esta pregunta existencial activó un ramificado proceso artístico minado por los grandes enigmas sobre nuestra forma de vivir, individual y colectivamente. Para Ana Matey las plumas son “cuerpos” que yacen sobre la tierra3, pequeños cuerpos que en las acciones del recolector se presentan atrapadas, liberadas, plumas que retoman el vuelo, plumas que se pierden en el camino, plumas que vuelven a formar parte de otro cuerpo…

A través de todos los medios artísticos que utiliza (dibujo, fotografía, instalación, acciones…), Ana Matey invoca fuertes imágenes poéticas. Las siempre presentes plumas se rodean de un universo simbólico poblado de hielo, agua, harina, huevos, hilos, aliento, moho…elementos, todos ellos, que están en el proceso de una transformación y que llevan en sí mismos la idea fundamental del constante renacer.

 

Ana Matey trabaja con y a través de un cuerpo entrenado en la disciplina del butoh, la llamada danza “hacia la oscuridad” que surgió en los años cincuenta del siglo pasado en Japón como reacción al desastre de las bombas atómicas de Hiroshima i Nagasaki. El butoh, que a mi entender tiene mucho que ver con este trabajo de la artista, se caracteriza por su enfrentarse a la superficialidad de la vida cotidiana indagando en la memoria oculta del cuerpo, en un “salir del cuerpo” para enfrentarse a sus propios límites de resistencia y por el que ronda constantemente la idea de la muerte como transformación. El butoh es la búsqueda de un cuerpo nuevo, de un cuerpo que se repiensa para encontrar su lugar en el mundo.

 

 

Con esta práctica aprendida y olvidada, el cuerpo del recolector de plumas se presenta desprovisto de máscara, de simulacro, de estereotipos, de traumas…, es un cuerpo “blanco” (color que, por otra parte, está muy presente en todo el trabajo) que apela en silencio a lo que ya no sabemos hacer ni individualmente ni como sociedad: parar, observar, escuchar, ver con los ojos y con el corazón, pensar, ser libres.

La quietud de las acciones del recolector, su duración (de hasta 9 horas), sus silencios y a veces su aparente inacción nos recuerdan el concepto de “acto de inmobilidad” de la antropóloga Nadia Seremetakis. Según la autora, estos actos de suspensión del flujo histórico hacen que “todo aquello enterrado, descartado y olvidado emerja a la superficie de la conciencia como si se tratara de oxígeno, imprescindible para la vida. Es el momento en que se escapa del polvo de la historia4

Este escapar del “polvo de la historia” no es sólo una bella metáfora, sino que también es una proyección literal. Nuestros cuerpos son como “cárceles” que han asimilado históricamente miles de movimientos cotidianos, pasos determinados y comportamientos unformizados, aprendidos y sedimentados en nuestras articulaciones, físicas y mentales. “El Recolector de Plumas” nos pone en alerta frente esas fuerzas históricas que han calado en nuestros cuerpos para que, desde un nuevo “cuerpo-nido”, retomemos el vuelo.

En las acciones de Ana Matey resuena el deseo de reivindicar lo corporal como forma de sentir y pensar el mundo, un deseo compartido con los primeros performers del último tercio del siglo XX que reaccionaron violentamente contra el cuerpo reprimido por la modernidad. Si bien aquéllos primeros artistas del cuerpo se expresaron a través de acciones físicamente dolorosas y experiencias límite, propias de unos tiempos de rebelión y de un cambio de paradigma (del cuerpo como “contenido” al cuerpo como lienzo, pincel, marco y plataforma5), en Ana Matey encontramos acciones de resistencia pausadas, no exentas de ironía, silenciosas, poéticas, sin excesos, que sitúan el cuerpo en un estado que podríamos definir como de meditación. 

 

 

Después de diversas acciones site-specific generadas en los espacios donde se ha exhibido el trabajo, que veremos a continuación descritas por la propia artista (por orden cronológico en “El Carromato” de Madrid, “Kulturpalast Wedding International” de Berlín, “Espace o25rjj” de Loupian y “Espacio b” de Madrid), Ana Matey ha publicado recientemente un libro-objeto que sintetiza parte del proceso hasta la actualidad. El camino del recolector, sin embargo, no termina con esta pieza artesanal, sino seguirá su evolución como sigue la vida misma, pues sus acciones forman parte del propio transitar de Ana en la vida, expresión de sus contradicciones, vértigos, miedos y luchas.

 

Anna Fabra Raduà

 

 

1 Matey

2 Idem

3 Idem

Lepecki (p. 35). André Lepecki utiliza esta cita de Seremetakis para hablar del paradoxal vaciamiento cinético de parte de la danza contemporánea. La immobilidad de esta coreografía experimental es vista como una forma de plasmar las tensiones de un sujeto sometido a la fuerza de la sedimentación polvorienta de la historia en el cuerpo.

Cruz Sánchez y Hernández-Navarro (pàg. 14).

 

 

Bibliografia

 

 

ALLSOPP, RIC and DELAHUNTA SCOTT (Ed.), The Connected Body. An Interdisciplinary Approach to the Body and Performance. Amsterdam Readings on the Arts and Education, Amsterdam School of Arts. Amsterdam, 1996.

CRUZ SÁNCHEZ, PEDRO A. y HERNÁNDEZ-NAVARRO, MIGUEL Á. (Ed.), Cartografías del cuerpo. La dimensión corporal en el arte contemporáneo. AD HOC Serie Seminarios 4, CendeaC. Murcia, 2004.

CRUZ SÁNCHEZ, PEDRO A., La vigilia del cuerpo. Arte y experiencia corporal en la contemporaneidad. HIC ET NUNC, Tablarium. Murcia, 2001.

LEPECKI, ANDRÉ, Exhaurir la dansa. Performance i política del moviment. CdL Cos de Lletra, Dansa i Pensament [#1], Centro Coreográfico Galego / Mercat de les Flors / Universidad de Alcalá. Barcelona, 2009 (2006). 

MATEY, ANA, HYPERLINK, www.anamatey.com

 

 

ANATOMÍA DE UN PROCESO

¿CUÁNDO ES MÁS LIBRE LA PLUMA?

 

 

Acción durante el primer día de la instalación

Duración: 5h

 

Madrid, El Carromato [Febrero, 2010]

 

 

Instalación en proceso, la acción es parte de ese primer proceso que se desarrolla el primer día con el deshielo de los siete bloques.

 

La instalación consiste en una mesa para siete, el mantel era un compost elaborado por mi durante todo el año anterior y sobre él siete platos con harina sólida que atrapaba cada uno de ellos una pluma. Encima de cada plato, un bloque de hielo y en su interior atrapada otra pluma. Durante el primer día realicé una acción que duró cinco horas. Esta consistió en leer el libro “La filosofía de la libertad” de Rudolf Steiner mientras los hielos se deshacían.

Alternaba la lectura con la acción de comer y beber de los platos (con el agua la harina se iba ablandando). El público también participó en la lectura además de generarse conversaciones en torno a la libertad, el alma, el conocimiento, entre otras.

 

La idea de esta instalación era: el hielo que en un primer momento encerraba las plumas, a su vez al derretirse liberaba a las que debajo de él se encontraban, ya que iba ablandando la harina. Con el tiempo finalmente el hielo se derretía completamente y la pluma que estaba atrapada se liberaba. Pero sólo dos plumas consiguen realmente liberarse ya que las demás cayeron en los platos. El proceso de esta instalación continúa con la evaporación del agua delos platos y el nacimiento del moho que poco a poco va cubriendo las plumas, así la ilusión de libertad construida en el anterior proceso queda aquí destruida.

 

EL HUEVO QUE NUNCA CAE 

 

 

Acción durante el primer día de la instalación 

Duración: 4 horas

 

Berlín, Kulturpalast Wedding International [Septiembre, 2010]

 

Con la ayuda de una residencia en el Kulturpalast en Berlín realicé la segunda instalación de "El Recolector de Plumas". En esta exposición además de crear una nueva instalación realicé una vídeo instalación con el trabajo de la anterior. En esta nueva propuesta aparece la muerte, las plumas dejan de tener esta idea metafórica de libertad para acercarnos a aquello que no queremos mirar, lo que más nos aterra como el paso del tiempo que inevitablemente nos acerca a ella. Esta vez desaparece la mesa física pero no la idea de comer, así la instalación consistió en dos platos colgados del techo, y en ellos dos montículos, uno de sal y el otro de azúcar. Sobre ellos dos bloques de hielo.

Bajo ambos un acuario lleno de plumas de cuervo. La acción consistió en dar calor a uno de los hielos (el segundo es una invitación para el público). En un primer momento el espectador solo ve los platos con los montículos y los hielos. Con el tiempo, se empieza a ver en el interior del hielo un huevo y el agua al caer sobre el montículo deja ver la pluma que hay en su interior. Con esto nace la idea de renacer. De los dos huevos, uno cae al plato mientras que el otro queda colgado en el aire haciendo alusión al gran enigma de la vida.

 

 

VOLVER A VOLAR

 

 

La exposición contaba con distintas piezas e instalaciones, una de ellas era procesual, "Volver a volar", en la que durante una semana he estado realizando acciones desde las 5h, 2h, 1h y la última de ellas de 10 minutos de duración.

 

Loupian (Francia), Espace o25rjj [2012]

 

La acción se inicia en abril del 2012, por un lado se distribuyen por distintos medios 101 plumas con la idea de que viajen de mano en mano hasta el mes de agosto. Durante esos meses me dedico a recolectar 900 plumas en los pinares y encinares del Parque del Guadarrama.

En septiembre llego a Loupian, dos plumas han llegado a su destino. Por lo que trabajo con este número durante la residencia tanto en la instalación como en la acción.

 

El resultado de la instalación es una mesa inestable a modo de balanza, durante la acción: "yo y los otros". Durante siete días la balanza va equilibrándose y desequilibrándose...la vida como una balanza mejor a mantener en línea horizontal.

 

1R DÍA: EL DESHIELO

 

Hora de inicio 18:30h

Fin a las 23:40h

 

Propuesta: invito a que las personas donen su aliento, mientras de manerancesante yo dono el mío. La instalación la ubico en el espacio a modo de frontera o puente estableciendo un juego con ello durante la acción. Cuando estamos dos personas sentadas nadie puede pasar creándose un tiempo de espera similar al del puente que se eleva cuando pasa un barco y hace esperar a los que se encuentran en ambas orillas.

 

En el hueco donde en su día hubo una chimenea coloco dos bloques de hielo, cada hora más o menos bebo el agua que va cayendo sobre unos cuencos de metal.

A las 23,40h la pluma que estaba en el interior del bloque de hielo se libera. En ese momento la coloco sobre un papel fotográfico y encima un plato de cristal.

Es la primera de un total de 4 plumas que se irán liberando con las sucesivas acciones de días posteriores.

 

 

2ª Y 3ª ACCIÓN

Dos litros de agua don desplazados con mi mano desde una jarra al plato. Las plumas quedan liberadas y son colocadas como fue la primera sobre un papel Fotográfico. Duración 1h15min y 1h25min.

 

 

4ª ACCIÓN

Voy dibujando con las plumas el movimiento del sol en el espacio desde las
16:30 hasta las 17:21, momento en que el último rayo desaparece.
 
 

5ª ACCIÓN

Decido salir a las calles del pueblo de Loupian con un tarro repleto de
pequeñas plumas, las cuales han sido recolectadas durante un año.
La acción consiste en contar estas plumas, después de dos horas ya 1700contabilizadas, decido alzar y abrir el puño...
 
 

ÚLTIMO DÍA

Final del proceso: quito los platos y plumas que los previos días habían sido
colocados. Tras el proceso de fijación viene el de desaparición...
 
 

DIARIO 13 PLUMAS: Dona tu aliento

 

 

Instalación, dibujo, vídeo y acción son los medios empleados en esta ocasión.

Procesos de este gran proceso que es la vida. La vida como una continua acción duracional, como una acción multidireccional, acciones que nos llevan a otras acciones y así sucesivamente en este acto de vivir que todos compartimos.

 

Día 13 de Abril del 2013

Acción duracional, 35 días y 9h

 

Madrid, Espacio b [Abril, 2013]

 

En esta ocasión he trabajado con el número 13. Así durante 35 días he salido a recolectar 13 plumas traduciendo el tiempo que me llevaba dicha recolecta (13 plumas = a 15” / 13 plumas = 3h...). A su vez, cada día dibujaba una de las plumas y elaboré un diario donde estaba presente el dibujo, el tiempo de la recolecta y pensamientos que habían surgido durante mi caminar: “Si fuese pájaro echaría de menos las manos”, “La naturaleza no esconde sus cadáveres”… Con los 35 dibujos realicé una instalación y con las 35 plumas dibujadas construí un bloque de hielo de 13 litros. Con las 420 plumasrestantes realicé sobre un colchón una figura durmiendo pero con un pequeño espacio vacío en el centro delimitado por alfileres. El primer día de la exposición se convocó una acción colectiva a las 13h “Dona tu aliento”.

Como indica el nombre fue una invitación a participar en la acción que consistía en derretir el bloque de hielo con nuestro aliento. Según se iban liberando las plumas las colocaba transportándolas con mi boca al espacio vacío de la figura dormida. Así a través de la acción colectiva queda la pieza completada.

 

13 PLUMAS

 

 

Acción colectiva. Día 19 de Abril del 2013.

 

Invité a 13 artistas a performar: Isabel León, Pepe Murciego, Fernando Baena y Olivier Hourcade, Yolanda Pérez Herreras, Giusseppe Domínguez, Clara Graziolino, Sergio Mancarro, Gadea Quintana, Antonio Ramírez-Stabivo, Analía Beltrán i Janés, Nieves Correa, Abel Loureda y Belén Cueto. Todos ellos recibieron una carta donde se les invitaba, se les decía la hora de llegada, la duración de la acción (13 minutos) y se les entrgaba el regalo para accionar.

 

A continuación sigue la descripción de las accioens de un par de ellos.

 

 

En primer lugar desaté el paquete y coloqué las plumas en línea frente a mí.

Luego cogí la primera, la mojé en tempera roja y dibujé sobre mi brazo el  jeroglífico egipcio que es una pluma.

Seis dibujos en cada brazo.

El dibujo número trece, mucho más grande y sobre mi pecho.Luego coloqué las plumas de nuevo en el paquete y con una cuchilla de  barbero me corté trece mechones de pelo de diferentes partes del cuerpo (cabeza, pecho, brazos...) y los coloqué sobre las plumas.

Cerré de nuevo el paquete.

Ahora viaja en el choche conmigo.

 

Abel Loureda

 

 

 

Me persono en el lugar, el día y a la hora acordados. Saco del sobre el pequeño paquete; lo desato, lo desenvuelvo y barro la totalidad de la superficie del espacio con las trece plumas que contiene el paquete. 

Con mi acción, todas las personas se ven empujadas a cambiar de lugar, de punto de vista, de perspectiva y lo que era un público perfectamente colocado alrededor del artista, se convierte en un caos total.

Voy recogiendo todo lo barrido utilizando la carta explicativa que recibí en su día. 

Al terminar de barrer todo el espacio realizo un paquete con dicha carta, éste contiene las trece plumas recibidas y todo lo demás que he ido recogiendo, lo envuelvo con la tela, lo ato con el cordel celeste y lo meto en el sobre; pongo la dirección del remitente en la del destinatario y la del destinatario en el remite, finalmente, le pongo un sello nuevo. 

Salgo de la galería en busca del buzón más cercano.

 

Belén Cueto

 

 

[En anamatey.com y en su blog  se puede seguir la evolución de este work in progress.]

 

 

Comentarios

El 03 de Septiembre de 2013 a las 16:24
Miguel dice:

Muy buen número, me encanta

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